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!Probamos el Kia EV6!

Blogaraje fue uno de los pocos medios que tuvo la oportunidad de probar a fondo este modelo, que aún no se comercializa oficialmente en Colombia. Una síntesis de los avances de la marca coreana en la movilidad eléctrica.

El Kia EV6 ha sido uno de los revulsivos más interesantes que ha llegado a la industria automotriz en los últimos años. Es el primero de una ambiciosa serie de modelos que pretenden encumbrar al grupo coreano en el tope de ventas de automóviles movidos por electricidad. Reúne la ya proverbial capacidad de diseño del dúo conformado por el dios de la estética automotriz actual, Peter Schreyer y uno de sus alumnos más aventajados, Karim Habib. Lee Hyo-Sung y Choi Hong-Seok, son el aporte de talento local para darle forma a este llamativo aparato.

El EV6 debutó oficialmente en el mercado mundial el 2 de agosto de 2021, montado sobre la nueva plataforma E-GMP, exclusivamente diseñada para vehículos eléctricos del grupo Hyundai-Kia y sobre la que ya ruedan los Ionq 5, Ioniq 6 y el Genesis EV60, primos del EV6. Se arma para todos los mercados en la planta de Kia en Hwasung, Corea del Sur y desde su nacimiento ya tiene en las vitrinas de la marca significativos galardones, como el, ya habitual para la marca, Red Dot de diseño en la categoría “Best of The Best”, el “European Car of The Year” 2022, “Car of The Year en Alemania e Irlanda y Crossover of The Year en Top Gear, entre otros reconocimientos, además de las anheladas cinco estrellas en las pruebas de seguridad Euro NCAP.

Expuestos estos pergaminos, hablemos del ejemplar, único en el país, cedido gentilmente para esta prueba por el representante de Kia en Colombia. Se trata de la versión con el acabado GT Line y la batería de polímero de litio y rango extendido de 77,4 kWh con tracción total y el equivalente a 325 caballos de fuerza que lo impulsan a 100 km/h en 5,5 segundos, según ficha técnica, con una autonomía estipulada, según el ciclo europeo WLTP, en 484 kilómetros. La capacidad de carga es de hasta 800 voltios.

Es un crossover grande, de respetables 4,68 metros de largo y con 16 centímetros de altura al piso, en rines de 20 pulgadas con acabado aluminio bitono. Su diseño es lo más destacado, no deja a nadie indiferente y destaca su parte trasera con una gran tira de luces que comienza desde los laterales. Como dato curioso, el vidrio trasero no tiene limpiaparabrisas y a cada lado superior de los parales se enciende una luz al acercarnos.

En el interior, está todo muy bien dispuesto para que el confort de marcha sea la constante. Desde un extraordinario silencio de rodadura hasta una muy comedida suspensión, con un trato noble hacia los pasajeros, pero sin perder la agilidad y la firmeza necesarias para lo que puede ofrecer la unidad de potencia, capaz de mover este voluminoso vehículo a grandes velocidades en cuestión de instantes.

Una vez operamos las manijas ocultas en las puertas (a lo Tesla), abordo nos encontramos con dos completas pantallas táctiles, cada una de 12,3 pulgadas y unidas entre sí dentro de un capuchón plástico protector, de ángulos curvos. Ambos instrumentos con profusa información sobre el comportamiento del auto y el sistema de infoentretenimiento. Su manejo es intuitivo y no requiere mucho tiempo de adaptación. En general, la cabina es simple, sobria y muy elegante, con una palpable percepción high-tech y unos espacios que ofrecen libertad de movimiento y gran visibilidad, incluso en las plazas traseras, donde el área para las piernas es superlativa (2,96 metros de distancia entre ejes) y el espaldar ofrece la opción de reclinarse. Las salidas de aire traseras van en los parales y hay dos salidas USB para esta zona.

El apoyabrazos central es flotante pero no puede desplazarse linealmente, lo cual hace que el espacio que queda libre debajo sea de difícil acceso. En esta área, precisamente, encontramos tres tomas USB. Es un golpe de diseño muy vistoso y aeronáutico, pero poco práctico en el día en el día. Tiene botonería para la ventilación / calefacción de los asientos y el volante, el encendido y el mando circular de los cambios. También hay un cargador inalámbrico de celulares. Tras el volante, de doble radio, hay dos levas para graduar los niveles de intensidad en la regeneración de energía mediante el frenado. Si se sabe usar adecuadamente, prácticamente no tiene que acudirse al pedal de freno.

El cluster de los mandos de ventilación es digital y mediante la operación de un botón se puede convertir en los indicadores de la información multimedia. Los asientos son de buena calidad y presentación y sujetan el cuerpo muy bien, van calefactados y ventilados. El volante se regula en altura y profundidad. La vida a bordo del EV6 es muy cómoda y placentera.

El EV6 tiene dos espacios para acomodar equipaje, uno delantero, bajó el capó, en el que caben 20 litros, y otro trasero, que acomoda 480 litros (1.300 con los asientos abatidos). El portón trasero es eléctrico y la apertura es tipo liftback. Como dato curioso, el EV6 tiene posibilidad de brindar energía a elementos periféricos con capacidad hasta de 220 voltios mediante salidas tipo Shucko, es decir, las mismas que tienen las casas. Esta toma puede alimentar un TV de 55 pulgadas o cargar una bici o una patineta. Incluso, es capaz de brindar carga a otro automóvil eléctrico. Para ello tiene una salida ubicada entre los asientos traseros y en la propia toma de carga.

Su tamaño no lo hace torpe en el manejo diario, pero sí necesita de ciertos cuidados y atenciones en los espacios citadinos. Salientes, desniveles, áreas de estacionamiento reducidas y demás obstáculos cotidianos no son los mejores amigos del EV6 y por eso hay que apelar a la cantidad de sensores, alarmas, cámaras y radares dispuestos para orientarnos donde ni la vista, ni las superficies vidriadas, logran alcanzar.

Como su pinta lo sugiere, el EV6 es moderno y, por ende, seguro. Todas sus luces son led que iluminan el camino y el entorno a la perfección. Tiene, como ya dijimos, múltiples sensores, radares y cámaras que garantizan un manejo seguro dentro del límite de posibilidades. Además, tiene un completo sistema de proyección de la información en el parabrisas (head up display).

En marcha

El Kia EV6 GT-Line se siente a gusto en toda suerte de vías asfaltadas. La potencia disponible es más que suficiente y acelerarlo es un placer por la enorme capacidad de respuesta al pedal. La suavidad de marcha es uno de sus puntos más fuertes porque da la sensación de ir en un automóvil premium. Hay pocos movimientos bruscos y la suspensión es muy comedida con el pasajero pese al perfil bajo (45 mm) de las ruedas.

Pese a los 1.875 kilos que pone sobre la báscula, el EV6 se muestra ágil en curvas. La suspensión, enfocada más hacia lo firme, no lo deja balancear en demasía y evita movimientos que pueden marear a la concurrencia. A veces se siente que cae seco en las irregularidades del camino, sobre todo, por los rines de 20 pulgadas, poco aptos para las vías profusas en baches. La dirección es obediente y la asistencia eléctrica justa para conducirlo con seguridad y firmeza. Otro punto destacable, los frenos, pues en los autos eléctricos se puede regular la intensidad de la detención y tras unas jornadas de familiarización es fácil manejarlo con un solo pedal (sistema i-pedal), o con los controles tras el volante. Cuando se necesita frenar de urgencia, el pedal transmite de manera eficaz la orden y el EV6 se detiene sin afugias.

Los modos de manejo Eco, Normal y Sport modifican el comportamiento del EV6. En el primero, se ralentizan las respuestas y se enfoca la marcha en función del ahorro de energía. Sigue siendo un auto rápido y eficaz, pero la diferencia se nota al pasar al modo Sport, donde el EV6 responde de inmediato y hay que tener precaución a sus reacciones porque son muy inmediatas.

La seguridad está al orden del día y el EV6 puede conducirse en un modo avanzado de autonomía gracias al control crucero adaptativo y el sistema de mantenimiento en carril. La iluminación led es plena y colma el rango con muy buena capacidad.

En Conclusión

El Kia EV6, con su carrocería crossover de generosas dimensiones, muestra un diseño rompedor, moderno y está cargado de tecnología, con los más avanzados sistemas de seguridad y asistencias a la conducción. Con los dos motores y la tracción total en la versión GT-Line, es un automóvil muy capaz, con potencia más que suficiente en cualquier circunstancia y con un rango de autonomía, en la práctica, de unos 350 kms., muy bueno para la ciudad y excursiones de rango medio.

Si bien su precio en el país superaría los 300 millones de pesos, Kia Colombia podría plantearse la posibilidad de tenerlo oficialmente en las vitrinas de las principales ciudades, pues visto lo visto entre su competencia, es un modelo muy digno y capaz, sobre todo por la pinta que tiene, los acabados de su interior y las prestaciones, a nivel de cualquier concurrente en esa zona de precios.

*Tuvimos el privilegio de probar el Kia EV6 GT-Line en Medellín gracias a una gentileza de Kia Colombia.

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