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AKT TT 200 Dual Sport: Ganas de viajar

Probamos la AKT TT 200 Dual Sport en ciudad, carretera y terreno destapado. Cerca de 300 kilómetros de recorrido sin repostar combustible nos permiten exponer algunas impresiones sobre esta máquina, protagonista en su nicho y escenario de acción.

Escrito por Juan Pablo Ramírez, especialmente para Blogaraje

Las TT, o motocicletas todo terreno, tienen gran recordación por sus capacidades técnicas y por las pruebas que superaron en otras épocas, cuando los motores de dos tiempos dominaban la escena motera mundial.

Como tantas otras cosas en la vida, las TT evolucionaron con las nuevas regulaciones ambientales, los nuevos materiales y las distintas exigencias del mercado. En Colombia, al igual que con los automóviles, las motos enfrentan el reto de ser útiles en ciudad y en el campo, en carreteras de cuarta generación o en vías terciarias, en cubierto o destapado… y ahí, entonces, aparece la prueba de ruta de la AKT 200 TT Dual Sport.

A primera vista, pareciera que la moto es más alta que casi cualquier colombiano promedio. Su apariencia la hace percibir como un producto pesado, inmanejable o caprichoso, cuando en la ruta es totalmente lo contrario.

Alta, grande, llamativa
Como toda prueba de ruta, la primera reacción ante la llamada telefónica es preguntar por el modelo de vehículo con el que nos vamos a enfrentar. Ya en la planta de AKT, las respuestas llegaron con colores blanco, rojo y negro a su alrededor. Esta moto se presenta con una altura obviamente mayor de las típicas motocicletas de calle, lo que haría suponer que son de mayor peso y dificultad de maniobra.

Sorpresivamente el peso no es un problema. La Dual Sport se deja mover fácilmente, siempre y cuando su conductor tenga una talla, a la cintura, igual o superior a la ubicación del asiento de la moto. Personas de menor estatura la tendrán más difícil para sostener este aparato y más aún para subirse y sentarse en el.

Lo de llamativa, mencionado líneas atrás, obedece principalmente a su carenaje de grandes dimensiones, y al faro central que se queda fijo, pues no va anclado al manubrio sino que forma parte del diseño y de la construcción de partes inmóviles del vehículo.

Mención aparte debe hacerse a las características del gato: Es largo, y a juicio del probador, incómodo para estacionar porque deja la moto casi vertical, es decir, con muy poco ángulo de inclinación, lo que obliga a buscar la mejor forma de parquear, casi como un tetris con el único objetivo de evitar que la moto se caiga (cosa que ocurrió de todos modos). Además, no cuenta con gato central o burro, lo que afianza la obligación de hallar el espacio, el ángulo o el punto de apoyo menos vertical posible para evitar el porrazo conta el piso.

La AKT TT 200 Dual Sport se come la carretera con sus capacidades y prestaciones. En nuestra prueba de ruta transitamos la vía Medellín – Cisneros, una vía con muy buenas especificaciones para viajar.

Prender, acelerar, viajar
Con 16,5 caballos de fuerza y 15.5 newton.metro en el motor, el encendido eléctrico de la Dual Sport se siente como un fosforito. En frío la tarea se complica, aunque no necesariamente para exigir el uso del shock mecánico. Tras activar el botón de start, los 200 centímetros cúbicos activan la maquinaria de esta TT, que en muy poco tiempo gana temperatura y se siente lista para la acción.

Una vez a bordo, la conducción de la moto es bastante simple: indicadores fácilmente visibles en el tablero, botones accesibles y, al nivel de los pies, una sensación deportiva del lado izquierdo, activando los seis cambios hacia adelante con un sistema muy bien sincronizado que, incluso, facilita la localización del neutral cuando se le necesita.

En cuanto a su capacidad de aceleración, la Dual Sport es una moto promedio­, entendiendo que no fue diseñada para salir disparada desde el punto de inercia. Lo que sí hace, y bastante bien, es convertirse en un vehículo capaz de transmitir confianza a su conductor. Parte bien, sube de revoluciones sin sorpresa alguna y acepta los cambios con total tranquilidad.

En el tránsito urbano, esta AKT es estable, liviana, fácil de maniobrar y de cajear según las circunstancias que le toquen en suerte. En carretera… ¡es otro tema!

Y es que una vez pasa del asfalto citadino al de las intermunicipales, esta moto pareciera transformarse. La aceleración se puede llevar a menor régimen de revoluciones y aun así, obtener un ritmo constante en el desplazamiento sin que la máquina se sienta forzada o exigida más allá de sus capacidades.

El Túnel de la Quiebra es uno de los nuevos recursos viales a disposición de los viajeros hacia el nordeste antioqueño y los santanderes.

Ruta al norte
El recorrido de pruebas permitió viajar desde Medellín hasta el municipio de Cisneros, en el nordeste antioqueño. Como es de esperar, la congestión vial de la ciudad fue un martirio ya típico y habitual en ciudades como esta. No obstante, y ya en territorio del municipio de Copacabana, las condiciones mejoran y la moto entra en un rol más amable.

A una velocidad constante entre 80 y 90 kilómetros por hora, la Dual Sport se siente en su terreno ideal. Aquí se imponen la estabilidad de la máquina, la sencillez para tomar curvas, la eficiencia del sistema de frenos con discos atrás y adelante, y un consumo de combustible que podríamos definir como ideal.

Aquí vale la pena mencionar una enorme debilidad de la moto: no resulta lógico que, con un tablero digital, no haya un medidor del nivel de gasolina que indique el estado del tanque. Lo único que aparece es el ícono del surtidor de gasolina que se encuentra en las estaciones de servicio, por lo que todo lo bueno que tiene la Dual Sport se pierde ante la preocupación del conductor cuando, en medio de la ruta, se encienda ese testigo y no se tenga certeza de cuánto más falta para hallar una nueva opción para repostar.

Comodidad en el asiento y en la posición de manejo del conductor. Dos cualidades que se agradecen en la ruta, especialmente al andar en carretera.

Confort y seguridad
En cuanto a comodidad del asiento, este se siente un tanto incómodo luego de algún tiempo de conducción, que en otras palabras, se traduce en trayectos mayores a los 45 minutos continuos, lo que sugiere hacer pausas cortas para estirar las piernas y reanudar.

En cuanto a la sensación de confort al rodar, el resultado es agradable gracias al sistema unishock que sostiene la parte trasera y la combinación de dos barras telescópicas en el frente. Esta mezcla reduce las vibraciones de la ruta y hace que la misma impacte menos en los brazos del conductor, con la benéfica consecuencia de un menor cansancio físico al maniobrar la motocicleta.

En cuanto a las luces, todas funcionan con luminarias led. La luz frontal permanece encendida mientras la moto lo esté, y no hay opción de apagarla. El alcance del halo lumínico está dentro de lo esperado, y las luces altas consiguen su propósito apropiadamente. Los botones para activar direccionales y cambio de luces están bien ubicados y funcionan con poca presión de los dedos, de modo que prestan servicio con mucha facilidad y sin grandes riesgos de confusión.

Vale la pena mencionar que la posición de manejo es cómoda, sin exigir inclinarse hacia adelante y con un manubrio lo suficientemente ancho y cercano al conductor. En la unidad que probamos los espejos retrovisores funcionaron a medias: el izquierdo se quedó fijo en su posición, en tanto el derecho se plegaba hacia adentro con la presión del viento al pasar de 60 kilómetros/hora. En cuanto al pito, o bocina, como también se le conoce, tiene el típico tono chillón de moto pequeña que, si bien cumple con su labor de hacer notar el vehículo, no asusta lo suficiente a quienes lo escuchan en la ruta.

En terreno destapado la conducción requiere mayor pericia del piloto. La moto responde como se espera, obediente y estable.

Y en destapado
Por fin salimos del pavimento y entramos al camino con tierra, piedras y algo de barro. En este terreno la moto cambia su comportamiento, no por la máquina sino, obviamente, por el conductor. Al estar diseñada para estas condiciones, regresan las bondades de la caja de seis cambios, que regulan la fuerza sobre la tracción trasera dosificando la capacidad de salir de pasos más duros.

En general, el terreno destapado causa inestabilidad, por lo que la pericia del conductor se hace indispensable. El bajo peso de la moto permitió transitar un promedio de 20 kilómetros por hora en una ruta sin grandes baches o sobresaltos. La suspensión, sin duda, aporta un alto porcentaje de serenidad al conducir, pues las vibraciones se reducen y es más fácil concentrarse en los obstáculos de la vía, con la certeza de que la máquina te acompaña responsablemente.

Al parar y estacionar en destapado, vuelve a relucir el tema del gato. Sería recomendable llevar como dotación un trozo de madera, o un fragmento de tabla gruesa, para ponerlo en la base del piso, donde se piensa estacionar el vehículo. Al ser un gato alto, y dejar la moto casi en vertical, un piso inestable causa caídas casi fijas al parquear. En nuestro caso, la grama mojada hizo que el peso de la moto presionara hacia abajo, y como en cámara lenta la Dual Sport se fue al suelo. Por fortuna, lo del bajo peso del vehículo ayudó a levantarla nuevamente sin mucho esfuerzo y de un solo tirón.

En otros aspectos del recorrido en destapado, los frenos siguen actuando con firmeza, y la maniobrabilidad antes mencionada se mantiene. La posición de manejo en este escenario no cambia mucho, y de hecho se percibe una sensación de poder desde la moto sobre el terreno. Esto, que puede sonar extraño, no es más que un topping en el componente de confianza que el conductor le imprime a su vehículo, especialmente en este caso, cuando la ruta ya había permitido conocer mejor las prestaciones de la moto y sentir de lo que es capaz.

Regreso y entrega
Finalizado el recorrido, regresamos la Dual Sport a su lugar de origen. En la planta de AKT, en Envigado, terminó esta experiencia de ruta y manejo de, como antes se dijo, poco más de 300 kilómetros por las vías urbanas y 4G del nordeste antioqueño. El balance final entrega una buena respuesta a las expectativas iniciales: moto doble propósito que en esta versión resulta ideal para viajes de medio o largo alcance, muy cómoda para el tránsito en vías asfaltadas, y bien dotada para las rutas más agrestes.

En su configuración de fábrica es un vehículo apto para moverse con suficiencia y tranquilidad por la geografía nacional, en tanto las trochas, aventuras y otros usos pueden requerir de aditamentos extra como luces exploradoras, defensas, maletas laterales, GPS y toda clase de accesorios disponibles en el mercado, algo bastante simple de obtener hoy en día para quienes prefieren preparar un vehículo como este para experiencias de fin de semana o con grupos de amigos.

Ficha Técnica (extracto)

MotorRE 4T OHC
Cilindraje197 CC
Potencia16.5 HP @ 8500 RPM
Torque Máximo15.5 NM @ 6500 RPM
Compresión9.2:1
ArranqueEléctrico
EncendidoCDI
Caja de velocidades6 cambios
Precio de ventaDesde $8.890.000 pesos (precio de referencia noviembre de 2022)
Información técnica tomada de la página oficial de la moto en la web de AKT

  • Agradecemos a AKT Motos por facilitar el vehículo de pruebas del modelo TT 200 Dual Sport empleado por Blogaraje.

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