por Juan Pablo Ramírez / Especial para Blogaraje
En el universo de opciones para comprar moto, vale la pena medirse esta máquina de ensamble local. La AKT CR4 162 debuta en el mercado con múltiples ingredientes previamente puestos en escena, con una confiabilidad que se gana el corazón de sus propietarios.
Y es que con las motos la relación se vuelve bastante emotiva: a medida que pasan los kilómetros y se les conoce mejor, el uso de estos vehículos pasa de la necesidad a la pasión absoluta por andar en ellas hasta para ir a la tienda de la esquina.

¿Qué tiene de especial?
La producción de las motocicletas AKT en el País ya cuenta con varios años de trayectoria y experiencias importantes en materia de ensamblaje, comercialización y servicio. Por ello, esta versión de la CR4, ahora de 162 CC se beneficia de aquella historia, con varios argumentos técnicos importantes a su favor.
El primero de ellos es la sensación de calidad al recibir el vehículo. Esta unidad llegó a nuestras manos con solo 72 km en su odómetro. Hasta el momento de la entrega, recorrimos un total de 323 kilómetros en ciclo urbano y alguna que otra ruta por fuera de la ciudad. En este tiempo de uso la moto no se sintió desajustada, con ruidos extraños o inestable.
Así mismo, hay que resaltar el consumo de combustible: al recibir esta unidad procedimos a llenar su tanque con 4 galones de gasolina corriente, por los que pagamos unos 32 mil pesos. Tras el kilometraje que antes mencionamos, aún quedaba poco más de un cuarto de tanque disponible. Esta moto se parece tragarse la gasolina con un pitillo para niños.

También se destaca la luz frontal, siempre encendida, tipo led y de iluminación blanca. Por más que se le busque, no hay botón que la apague una vez la moto está funcionando. Oportuna decisión del fabricante para fortalecer la seguridad vial porque, como lo diremos más adelante, este aparato se hace querer en lo más cruel del día a día: congestiones, tacos, trancones o atascos, según la región del País donde nos estén leyendo.
También suma el tablero de mando: con una configuración análogo-digital: está equipado con una pantalla digital que muestra el consumo de combustible, la velocidad y el cambio en el que vamos. El lector análogo muestra claramente las revoluciones por minuto a las que se va conduciendo. Aquí, con total sinceridad, diremos que es el indicador que más consultamos en la ruta.
Urbana, al 100%
Por más que se quiera negar, las motos son ideales para transitar en la ciudad, y más aún en las terribles congestiones de tránsito de todos los días. Esta, en especial, es una delicia para culebrear. Hecha la confesión, explicaremos el motivo:

Esta AKT CR4 162 es liviana, compacta, delgada, fácil de maniobrar y tremendamente cómoda para un conductor promedio. La prueba de ruta y manejo que hicimos para Blogaraje sentó a un piloto de 82 kilos de peso, rodando por autopistas (sí, como no…), calles, avenidas y una que otra carretera.
La posición de manejo es cómoda, sin lanzar al piloto hacia adelante. De hecho, permite andar algo erguido, con buena visión del frente y de los espejos retrovisores que, si bien se ven estilizados, por no decir delgados, cumplen satisfactoriamente su labor. La graduación de los mismos es fácil de hacer, y por fortuna la esfera que los retiene resiste lo necesario para orientarlos y evitar la vibración en el camino.
Otro aspecto importante es la posición de los pies. Al posarlos sobre los tacos hay pocas posibilidades de resbalar el zapato por fuera de los mismos, pues cuentan con un labrado aceptable y que afianza la seguridad. El del lado derecho, en particular, entrega mejor sensación de confianza, cosa indispensable cuando se debe frenar, dado que la moto cuenta con discos en ambas rudas, y operarlos con precisión es fundamental, como veremos más adelante.
Al respecto de los frenos, hay que decir que se comportan bastante bien. Algunas personas pensarán que resulta exagerado montar discos en ambas ruedas para una moto relativamente pequeña. Sin embargo, el tránsito urbano es exigente, riesgoso y hasta improvisado, y más que el típico manejo a la defensiva, inevitable en cualquier tipo de vehículo, la seguridad en las frenadas hace que el piloto y la vía sean también más seguros.
Al respecto, hay que decir que en solo una jornada de pruebas fue necesario exigir los frenos a fondo, y sin miedo, en dos ocasiones. ¿Reaccionaron bien? ¡Pero claro que sí! A eso se debe que podamos escribir estas líneas desde la comodidad de un escritorio conocido, y no desde la sala de recuperación de alguna clínica ortopédica.
¿Y en carretera?
Aunque no sea una moto para viajes largos, esta AKT se comporta bien y sin sorpresas en la ruta. Al ser un producto netamente urbano, hay que decir que se siente muy bien rodando a un promedio de 4 mil revoluciones por minuto, punto en el que el motor se siente en su punto. A esas 4 mil revoluciones, la velocidad va en unos 65 a 70 kilómetros por hora, muy en la línea de lo que se permite legalmente.
En la ruta, sin duda alguna, aparece la tentación de girar el acelerador y sacarle más jugo a la motocicleta. En realidad, en este modelo, eso no se justifica ni se recomienda. Al subirla por encima de las 5.000 RPM el motor comienza a sentirse presionado, incómodo y forzado. El acelerador se acaba y ya no queda más hacia donde girarlo, y en ese punto la moto llega a un punto en el que se hace necesario dejarla descansar.

Además, al exigirla a fondo, se siente un ahogo momentáneo en el carburador, que nos recuerda para qué está hecha esta AKT. En suma, y como se dijo anteriormente, es mejor llevarla suave para que la ruta sea una buena experiencia y no una frustración al volante o, mejor dicho, al manubrio.
¿Emocionante, práctica, funcional?
De emocionante esta AKT, menos mal, tiene poco. Y decimos que menos mal porque al ser tan buena moto urbana, le aplican mejor los otros adjetivos. Aunque su diseño es estilizado, llamativo, sexi y con buenos detalles, resulta inevitable reafirmar su vocación.
Recordemos que la gasolina le rinde mucho, que es cómoda, con buenos frenos, buena iluminación y, por demás, buenas llantas: equipa un juego de ruedas marca Kontrol que sorprenden por su suavidad y agarre, especialmente en curvas y frenadas, que es cuando más se le necesita. En piso húmedo también se portaron a la altura, soportando adecuadamente los 82 kilos aquellos, mencionados líneas atrás.

En suma
Fue triste devolverla. A quienes piensan comprar motocicleta urbana, la tarea se les complica. Si es claro que quieren una moto funcional, de fácil conducción, liviana, económica y sexi en su diseño, valdrá la pena que le den una mirada a esta AKT CR4 162. Sin duda existen opciones muy similares, en todas las marcas competidoras, y con ventajas mecánicas y conceptuales en el mismo rango de acción. Incluso, sin duda, también haya alguna semejanza en cuanto al precio de compra. Sin embargo, las pruebas que hicimos dan cuenta de un producto bien armado, bien diseñado y a un precio que muchos bolsillos podrán considerar.
*Agradecemos a la AKT Motos por la cortesía de prestarnos la motocicleta para las pruebas y rodadas que aquí se mencionan.
Motor | RE 4T OHC |
Cilindraje | 161.5 c.c |
Potencia | 12.06Hp (9Kw) a 8000 rpm |
Torque Máximo | 12 Nm a 6000 rpm |
Compresión | 9.6:1 |
Arranque | Eléctrico |
Suspensión Delantera | Telescópica hidráulica |
Suspensión Trasera | Unishock ajustable |
Frenos | Disco adelate y atrás |
Encendido | CDI |
Distancia entre ejes (mm) | 1300 |
Distancia del motor al piso (mm) | 170 |
Llanta delantera | 80/90 -17 |
Llanta trasera | 110/80 – 17 |
Peso Seco | 118 Kg |
Capacidad del Tanque | 3.96 Gl |
Garantía | 20 meses ó 20.000 kilómetros |
Revisiones gratuitas | 5 |
Puerto USB | Incluido |
Precio de lista (abril de 2022) | Desde $6.490.000 |
*El precio de la moto incluye IVA. No incluye el costo de trámites de tránsito (Soat, Matrícula ni placa). |






















