Así se prueba la seguridad de los carros que nos venden en Latinoamérica
Latin NCAP es el organismo que se encarga de medir los niveles de seguridad en los automóviles que se comercializan en América Latina. Como algunos de los modelos difieren bastante de los que se venden en otros continentes, es un concepto más acertado a nuestra realidad.
Hace diez años la Federación Internacional del Automóvil (FIA), a través de su fundación para la seguridad y el automovilismo en la sociedad, el International Consumer Research & Testing y la Fundación Gonzalo Rodriguez (piloto uruguayo de Indy Cart fallecido en 1999 durante una prueba del campeonato), fundaron Latin NCAP, programa de evaluación para vehículos nuevos en América Latina y el Caribe. El objetivo: evaluar la seguridad activa y pasiva de los autos vendidos en esta zona del mundo.
Este programa, con sede en Montevideo, Uruguay, busca brindar información independiente y con transparencia sobre los sistemas y niveles de seguridad que ofrecen los ejemplares evaluados por el organismo. “Las pruebas pretenden alentar a los fabricantes a mejorar su desempeño en la seguridad de sus vehículos a la venta en América Latina, así como alentar a los gobiernos de la región a aplicar las regulaciones exigidas por la Organización de Naciones Unidas referentes a las pruebas de choque para los autos de pasajeros”, sostiene Alejandro Furas, Secretario General de Latin NCAP.
Las pruebas
Latin NCAP basa sus pruebas en métodos estandarizados mundialmente y con calificaciones entre cero y cinco estrellas según la protección que brinden a los ocupantes de los modelos evaluados.
En los ensayos se hacen pruebas de choque en las que se evalúa el desempeño de la carrocería y los sistemas de seguridad pasiva (airbags, capacidad de deformación de la carrocería, cinturones de seguridad, entre otros) ante una colisión súbita. Se otorgan estrellas según la protección lograda para ocupantes adultos y niños, siendo las cinco estrellas sinónimo de máxima protección y cero estrellas como el peor comportamiento. La seguridad activa también se evalúa según el equipamiento que tenga el auto testeado, es decir, si tiene frenos ABS, control de estabilidad, de tracción, asistentes de parqueo y de arranque en pendientes, alerta de tráfico cruzado, de objetos en punto ciego, etc.
Cada automóvil evaluado sufre pruebas de choque frontal, lateral y contra un poste. Las de impacto frontal se hacen a 64 kilómetros por hora y contra una barrera deformable de un metro de ancho por 54 centímetros de profundidad. A bordo del vehículo de ubican cuatro dummies, dos adultos en la parte frontal y dos infantes equivalentes a 18 meses y a tres años de edad en los asientos traseros, debidamente acomodados con su cinturón de seguridad y respectivas sillas infantiles. Así, el 40% de la superficie del vehículo es la que impacta el muro, pues se ha comprobado que en la mayoría de choques frontales solo es esta parte del auto la que sufre el impacto.
Una vez producido el choque contra la barrera, se evalúa qué partes de los maniquíes tuvieron contacto con las diferentes zonas de la cabina, factor que determina la mayor cantidad de lesiones graves y fatales en los accidentes. Mientras y más tenga y más grandes sean las bolsas de aire en un auto, se elevará el número de estrellas en la calificación final, así como el comportamiento de los sistemas de retención como los cinturones de seguridad y las sillas infantiles.
El impacto lateral se hace desplazando una estructura móvil deformable de 1.5 metros de ancho por 50 centímetros de profundidad que impacta al auto de lado y a 50 km/h. Este evalúa las lesiones en cabeza y tórax que pueden producir este tipo de choques en los pasajeros. Si el carro tiene airbags laterales y estructuras como barreras de protección, el nivel de estrellas sube.
Por ultimo, está la prueba de impacto contra el poste de 25,4 centímetros de diámetro. Esta se hace desplazando lateralmente el carro contra la estructura y a una velocidad de 29 km/h. Este es un accidente muy frecuente cuando un carro patina o se sale de la carretera.
Por ley, en Colombia la publicidad de un automóvil nuevo debe llevar en su información la calificación obtenida en las pruebas de Latin NCAP en caso de que ya haya pasado por este test, como método de información al consumidor antes de adquirir un vehículo cero kilómetros.
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