Era cuestión de tiempo para que el fabricante de autos de lujo más reconocido del mundo ingresara a la era electrificada. Y lo hace con un modelo que guarda la historia de espíritus y fantasmas que le ha dado apellido a sus modelos: Ghost, Spirit, Phantom, Wraith y ahora, Spectre.
Se trata de un coupé de 5,45 metros de largo, 2,08 de ancho, 1,56 metros de alto y 3,21 metros de distancia entre ejes que, en apariencia, parece derivado del Wraith. Es su primer carro cero emisiones y la piedra fundacional de todo su portafolio eléctrico a partir de 2030, según lo anuncia la propia marca. La plataforma es nueva, se llama Architecture of Luxury, construida en acero y con capacidad para soportar los 700 kilos que pesa la batería.
La autonomía del Spectre está tasada en 520 kilómetros, nada mal para un aparato que pesa casi tres toneladas. El apartado mecánico está compuesto por dos unidades de potencia que suman 576 caballos y un torque de 900 Nm que lo pueden llevar a 100 km/h en 4,5 segundos. el coeficiente de penetración aerodinámica es de Cx 0,25, el más bajo en la historia para un Rolls-Royce. Tiene rines de 23 pulgadas y persiana iluminada.
El acceso y salida del vehículo se hace mediante unas puertas tipo «suicida», que guardan el estuche para acomodar los paraguas, elemento típico de la marca. También tiene el ya visto techo Starlight con un cielo estrellado de 4.976 leds que van hasta los paneles de las puertas. Como en todo Rolls, el interior es personalizable totalmente, desde los asientos, hasta el tablero, con texturas y materiales disponibles en su extenso catálogo de personalización.
Aunque no se ha hablado oficialmente del precio base para cada Spectrum, se estima que puede estar alrededor de los 400.000 euros y las entregan comenzarán aproximadamente dentro de un año.
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