Estuvimos acompañando al Toyota Supra GT4 del Gazoo Racing Latin América en el circuito de Indianápolis durante una de las paradas del Campeonato IMSA, uno de los más vistosos y competidos del automovilismo estadounidense.
“El templo de la velocidad”, así es conocido el máximo escenario del automovilismo en el mundo. Funciona desde 1909 y, a partir de 1911, alberga la que, tal vez, es la carrera más famosa del mundo, las 500 Millas de Indianápolis y que, en dos ocasiones, 2000 y 2015, ha visto vestirse de gloria a un piloto colombiano, Juan Pablo Montoya, sin contar la pole position que logró el antioqueño Roberto Guerrero en la edición de 1992, sus segundos puestos en 1984 y 1987 y, el también segundo puesto de Carlos Muñoz en 2013, siendo, con 21 años, el piloto más joven de la historia en lograrlo.
El Indianapolis Motor Speedway, ubicado en Speedway, un pequeño poblado de 12.000 habitantes y conocido como «The Racing Capital of The World», en el estado de Indiana, es el recinto deportivo con mayor capacidad de público del planeta, tiene 375.000 plazas fijas y está compuesto por un ovalo con cuatro curvas y cuatro kilómetros de extensión total. En su interior, se ubica un circuito mixto de 4,1 kilómetros que, entre 2000 y 2007, albergó la Fórmula Uno y otras competencias. Parte de ese circuito interno se corre en el óvalo, sobre todo, en la recta principal, de un kilómetro de extensión. Este fue el trazado en el que se
corrió la válida de la IMSA a la que asistimos y en la que compite el Supra GT4 del Toyota Gazoo Racing Latin America dentro de la categoría Grand Sport.
¿Qué es IMSA?
La International Motor Sports Association (IMSA), organiza un campeonato anual de duración, que comienza en enero con las famosas 24 Horas de Daytona y termina con el Petit Le Mans en el circuito Road Atlanta tras once válidas, en las que también se recorren famosos escenarios como Sebring, Laguna Seca y Watkins Glen.
Por primera vez, desde 2014, el campeonato volvió al mítico circuito de Indianápolis bajo el nombre de “Battle On The Bricks” (Batalla en Los Ladrillos), en alusión a la línea de meta de esta pista, que tiene una yarda en ladrillos para rememorar los comienzos del escenario, cuando no estaba asfaltado.
El campeonato IMSA se compone de varios tipos de autos. Los más especiales son los prototipos, que muestran lo ultimo en tecnología automotriz de competencia. Allí corren los Grand Touring (GTP), de 690 caballos, con motores híbridos. Los Le Mans Prototype 2 (LMP2), de 510 caballos, y los LMP3, de 420. Nombres conocidos como el francés Sebastien Bourdais, cuatro veces campeón de la IndyCar, el brasileño Felipe Nasr, Campeón de IMSA en 2018, ex piloto de Fórmula Uno en 2015 y 2016, el neerlandés Giedo Van Der Garde, ex corredor de Caterham y Sauber y el italiano Gianmaría Bruni, también expiloto de Fórmula Uno
y ex Campeón del Mundial de Resistencia (WEC), compiten allí. Las marcas más famosas son Porsche, Acura, BMW y Cadillac.
Continúan las categorías GT Daytona Pro y GT Daytona, basadas en autos de calle modificados. En esta ultima compite el colombiano Gabby Chaves para el equipo Racers Edge Motorsport a bordo de un Aston Martin Vantage GT3.
El Gazoo Racing Latin America
Hay otras dos categorías en competencia: la Touring Car y la Grand Sport, con autos de calle construidos por fabricantes globales. En esta última está el auto que vinimos a ver, el Toyota Supra GT4 del Gazoo Racing Latin América. El TGR LA nació por iniciativa de un grupo de ingenieros argentinos afincados en la planta que tiene Toyota en Zárate, cerca a Buenos Aires.
Según cuenta Nicolás Sánchez, uno de esos ingenieros, lograron convencer a la marca de tener un vehículo corriendo en la categoría Grand Sport de IMSA, y con el apoyo de la filial de Brasil y un presupuesto de 1.2 millones de dólares por temporada, poner a correr el Supra en las pistas del campeonato. Desde 2021 están en IMSA. “Un equipo de los grandes en la categoría superior (GTP) se gasta 12 millones de dólares por temporada, más de un millón por carrera. Nosotros, con ese millón, tenemos que correr todo el año”, cuenta Sánchez.
Con la dirección del CEO de la marca para la región, Masahiro Inoue y el coordinador del TGR para A.L. Daniel Herrero, la idea que tiene el Gazoo Racing Latin America es mostrar el trabajo de la división deportiva de la marca con un equipo enteramente de la región. “Competir en IMSA con este GR Supra es un paso muy importante para fortalecer nuestro proyecto de automovilismo en todo el continente. Es el crecimiento del equipo en Latinoamérica más allá de sus fronteras. Esta participación en IMSA nos ayudará a desarrollar equipos y pilotos de la región”, aseguró Herrero en declaraciones de 2020, cuando se presentó el TGR LA a la prensa especializada.
Los pilotos en esta ocasión fueron el dominicano Alfredo Najri, el uruguayo Fernando Etchegorry y el colombiano Thomas Steuer. Los dos últimos, hicieron su debut con el auto y la pista. La carrera, de cuatro horas de duración, se denominó Michelin Pilot Challenge. El carro es un Toyota GR Supra GT4, desarrollado en Colonia, Alemania, por el TGR Europa y ensamblado en la planta de Magna-Steyr en Graz, Austria. Tiene 1350 kilos de peso y tracción trasera con un motor turbo de seis cilindros en línea, tres litros de desplazamiento y 435 caballos de fuerza comandados por una caja secuencial semiautomática de siete velocidades, operada por mandos en el volante. El auto tiene frenos ABS y control de tracción. La versión de calle cuesta 185.000 dólares.
El trabajo
Dentro del paddock y el garaje del TGR el trabajo es incesante antes de la carrera. Vueltas y vueltas de familiarización con el circuito, análisis de resultados mediante telemetría, ajustes, cambios de ruedas, charlas técnicas y muchas horas de estudio son necesarias para arañar una décima de segundo.
Mirar cómo y dónde se frena, cómo y dónde se acelera, la forma de tomar las curvas y cómo es la adaptación de cada piloto, es parte de la investigación que se hace con la información decantada en los computadores.
Ingenieros y pilotos conversan en extensas charlas técnicas, a las que tuvimos acceso, para determinar la
estrategia de cada competencia. Estos diálogos se llevan a cabo en el camión del equipo, una tractomula Freightliner de muy generosas dimensiones y dotada de todas las comodidades para un equipo de este nivel.
Una vez realizada la clasificación, cinco horas después llega el momento de la carrera. El Supra parte en posiciones intermedias para afrontar la competencia, de cuatro horas de duración. A los mandos en el primer turno está el dominicano Alfredo Najri, el más experimentado de los tres pilotos. Infortunadamente, una situación de carrera saca de la pista al Supra, cuando iban poco más de diez minutos de competencia. “Así son las carreras”, musitó el ingeniero Nicolás Sánchez, mientras entraba nuevamente al camión para analizar lo sucedido en compañía de los pilotos.
Una vez finalizada la carrera, el equipo AVE, que trabaja para el TGR LA, recoge los elementos, guarda el auto, se lleva el camión y se prepara para la próxima carrera, la de Road Atlanta. Mientras tanto, seguimos recorriendo este escenario mágico, maravillados con su construcción, su grandeza, su organización impecable, su funcionamiento preciso. Estar en el IMS, en la capital mundial de las carreras, es un privilegio para cualquier aficionado al automovilismo.
*Asistimos al Battle On The Bricks, en el circuito de Indianápolis, por una gentil
invitación de Automotores Toyota de Colombia y el Toyota Gazoo Racing Latin
America.