Fue en el Salón del Automóvil de Ginebra, en marzo de 1984, donde en el stand de Ferrari se mostró por primera vez el 288 GTO, el que se conoció como el primer superdeportivo de la marca en su historia moderna.
El 288 GTO nació cuando esas tres famosas letras eran una leyenda en el fabricante de Maranello. La O significa Omologato, la palabra italiana para “homologación”, en el entendido que el 288 era una homologación especial de un modelo diseñado para la competencia del Grupo B de rally, que por aquel entonces hacía furor en el automovilismo mundial, con modelos tan emblemáticos como el Audi Quattro, el Peugeot 205 GTI o el Lancia 037.
También significó que este carro fuera el sucesor espiritual del inalcanzable 250 GTO, lanzado dos décadas atrás. Para evocarlo, se repitieron las triples salidas de aire laterales y el alerón trasero tipo cola de pato del icónico modelo anterior.
Cuando se concibió el 288 GTO a principios de los 80, las limitaciones de tiempo y las consideraciones comerciales hicieron que Ferrari utilizara la polataforma del 308 GTB como punto de partida básico. De ahí su gran parecido. Una carrocería rediseñada por Pininfarina añadió una apariencia más musculosa y al mismo tiempo redujo el peso gracias a una combinación de paneles de fibra de carbono y fibra de vidrio reforzados con Kevlar. Era la primera vez que este último material se utilizaba en un vehículo de carretera. Ferrari citó un peso bruto de 1,3 toneladas para el 288 GTO.
El motor era un V8 de 2,9 litros con dos turbos IHI que entregaban 394 caballos de fuerza. Estaba montado longitudinalmente detrás de los asientos traseros y traccionaba las ruedas traseras mediante una caja manual de cinco velocidades. Esa transmisión, al igual que los componentes de frenos y suspensión, eran similares a los utilizados en los autos de Fórmula 1 de Ferrari en ese momento, que pilotaban Michele Alboreto y Rene Arnoux.
Las estimaciones de rendimiento incluyeron un 0 a 100 km/h en 4,9 segundos, un tiempo de cuarto de milla de alrededor de 12,7 segundos y una velocidad máxima de 305 km/h.
El Grupo B se disolvió antes de que los 288 GTO pudieran competir, pero Ferrari aún así logró construir 272 ejemplares del automóvil. En realidad, son 72 más de los que Ferrari necesitaba originalmente según las normas de homologación.
Para celebrar el 40 aniversario del 288 GTO, Ferrari organizará el GTO Legacy Tour en septiembre próximo. Similar a la gira celebrada el año pasado para celebrar lso 35 años del F40,, la gira de este año serpenteará por los Dolomitas italianos antes de terminar en Maranello para un desfile por la pista de pruebas de Fiorano, contigua a la fábrica.
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